FINANCIAN:

Qué es

Proyecto innovador para mejorar la competitividad del sector de los frutos rojos en cultivo ecológico en el mercado, mediante la eliminación de plásticos agrícolas, la implantación de cubiertas vegetales de plantas autóctonas y el empleo de soluciones robotizadas autónomas para la siega de esta cubierta. Todo ello, impulsará el reconocimiento medioambiental de las explotaciones en las que se realicen estas prácticas.

ANTECEDENTES

Se estima que para 2050 la población mundial alcance, aproximadamente, 9700 millones de personas. Este hecho, se prevé, será una de las principales causas que provocará la escasez de recursos agroalimentarios en un corto periodo de tiempo. A esto, se une la falta de la mano de obra cualificada en el campo. Para paliar estos problemas se requiere una modernización agrícola, que debe ser una componente central de cualquier política de desarrollo.

En el caso particular del cultivo en invernadero, presenta una serie de desafíos para los productores.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta este tipo de cultivo es la gran cantidad de residuos plásticos.

El cultivo actual de frutos rojos, incluso en agricultura ecológica, se basa en el acolchado del suelo, con el objeto de controlar las plantas adventicias que compiten con el cultivo por el agua y los nutrientes, evitar pudriciones y suciedad en la fruta por el contacto con el suelo. Uno de los plásticos más utilizados en este ámbito es el polietileno. Actualmente, sólo en la provincia de Huelva, se emplean anualmente cuatro millones de kg de polietileno en el acolchado agrícola.

El reciclado de estos plásticos, cuando se produce, conlleva, en el mejor de los casos, un gran consumo de recursos tanto agua como energía, etc. por los propios procesos de reciclado. Este empleo masivo de plástico de un solo uso acarrea graves inconvenientes ambientales.

En este sentido, es clave apostar por la eliminación del uso del plástico en los cultivos de invernadero a través de diversas alternativas ecológicas que tengan un impacto positivo desde el suelo al cultivo.

Ante la problemática del uso masivo de plástico agrícola, y auspiciado por la Comisión de la UE para la adopción de medidas para reducir los plásticos de un solo uso en los procesos productivos, el uso de cubiertas vegetales de plantas autóctonas de carácter tapizante aparece como una alternativa óptima siendo, además, un sumidero de absorción de carbono de la atmósfera. Esta misma cubierta vegetal, se muestra como una forma de introducir biodiversidad dentro del propio invernadero, de mejorar la fertilidad del suelo y favorecer la generación de un suelo vivo.

La agricultura es un sector en constante evolución y cambio. Las tecnologías emergentes en la agricultura son cada vez más importantes: la robótica, entre otras tecnologías. Sin embargo, aunque la robótica y la automatización juegan un papel cada vez más importante en la agricultura, la robótica agrícola está aún poco desarrollada.

En este sentido, y como uno de los objetivos principales del proyecto, se espera que los robots con fines agrícolas tengan considerables impactos ambientales, económicos, políticos, sociales, culturales y de seguridad importantes.

Debido a esta circunstancia, en el proyecto, se plantea la utilización de un robot multipropósito inteligente materializado en forma de AMR (Autonomous Mobile Robot). Este puede ayudar a realizar las operaciones de forma autónoma, a llevar un registro de la trazabilidad o a monitorizar el cultivo sin dependencia humana. Todas estas operaciones realizadas por el AMR reportarán beneficios como la reducción de costes, mejora de la calidad de vida, aumento de la eficiencia y eficacia de las operaciones y, finalmente, aumento de la rentabilidad y sostenibilidad de la explotación.

La metodología propuesta y los desarrollos realizados en este proyecto para la gestión de operaciones en invernadero en los cultivos objetivo y, en concreto, para la siega mecánica, contribuirán a la mejora del sector mediante innovación y desarrollo tecnológico avanzado. Esto ayudará a mejorar la posición de Andalucía en un ámbito de referencia como es la robótica agraria, copado sobre todo por empresas internacionales.